El cerebro, epicentro de nuestras acciones, es vulnerable a lesiones que interrumpen su funcionamiento, alterando drásticamente la vida de quienes las padecen. Entre estas, la anoxia cerebral o falta de oxígeno, es una de las causas más frecuentes de daño cerebral
¿Qué es la Anoxia cerebral?
La anoxia cerebral es una afección del tejido cerebral provocada por esta falta de oxígeno. El cerebro es un órgano especialmente vulnerable a la falta de oxígeno, él resultado de la hipoxia cerebral que puede causar la muerte de miles de neuronas y del individuo.
Esta afección, caracterizada por la ausencia de oxígeno en el tejido cerebral, afecta de manera significativa al cerebro, un órgano particularmente susceptible a la falta de oxígeno. Incluso una disminución del flujo sanguíneo durante unos cinco minutos puede desencadenar daños irreversibles en el cerebro.
A medida que el cerebro permanece privado de oxígeno durante más tiempo, aumenta considerablemente el riesgo de complicaciones a largo plazo e incluso de muerte.
¿Cómo afecta al cerebro la falta de oxígeno?
Responder a esta pregunta resulta desafiante debido a la multiplicidad de factores que intervienen en ella. En gran medida esta afectación dependerá de la falta de aporte de oxígeno al cerebro ya que este órgano es muy sensible a la falta del mismo. No obstante, existen similitudes entre las experiencias de las personas que enfrentan esta situación.
A continuación, examinaremos las circunstancias más comunes y exploramos posibles soluciones para mitigar las secuelas asociadas.
¿Qué puede provocar la anoxia?
Este episodio puede afectar a cualquier individuo cuando se le irrumpa el suministro de oxígeno al cerebro, ya sea debido a un infarto, un atragantamiento, una crisis respiratoria por enfermedad, o ahogamiento, como causas más habituales.
Dado que existen distintos tipos de anoxia, las consecuencias varían según la situación específica de cada persona.
- Anoxia Isquémica: Ocurre como resultado de un ictus, infarto, arritmia cardíaca, episodio de ansiedad extremo o hemorragia severa.
- Anoxia Anóxica: Se produce por una reducción significativa del oxígeno inhalado, como en casos de ahogamiento, mal de altura, asma, shock anafiláctico, complicaciones durante la administración de anestesia o crisis epilépticas. En todos los casos se produce una falta de aire que hace que en los glóbulos rojos del torrente sanguíneo baje el nivel de oxígeno de manera considerable reduciéndose la oxigenación del cerebro
- Anoxia Anémica: La anemia extrema conlleva una falta de oxigenación correcta de la sangre, que puede terminar afectando a la oxigenación del cerebro, pudiendo producir secuelas graves en las personas.
- Anoxia Tóxica: Es causada por la inhalación de dióxido de carbono, consumo de drogas, ingesta excesiva de alcohol o aspiración de productos químicos.
Los síntomas de la anoxia cerebral incluyen mareos recurrentes, visión borrosa, pérdida de memoria y desmayos. La utilización de un oxímetro de pulso puede ayudar a detectar precozmente la falta de oxígeno, permitiendo iniciar el suministro de oxígeno suplementario si es necesario.
Consecuencias de la anoxia
En menos de cuatro minutos después de la interrupción del flujo de oxígeno al cerebro, pueden ocurrir daños irreversibles, incluida la muerte de una gran cantidad de neuronas.
Las consecuencias de la anoxia cerebral varían según su grado. En casos leves, puede provocar deterioro de la memoria a largo plazo, disminución de la concentración y atención, problemas de coordinación motora, intranquilidad y agitación. En casos más graves, estos síntomas se acompañan de déficits neuropsicológicos, fisiológicos o motores. Por lo general, la anoxia cerebral afecta a las funciones físicas, cognitivas, funcionales y emocionales de las personas.
Algunas de las secuelas específicas pueden incluir:
- Daño al hipocampo, que puede resultar en la pérdida total de la capacidad para almacenar nueva información.
- Afectación de los ganglios basales y el cerebelo, lo que conlleva problemas de movilidad.
- Daño a la corteza cerebral, que provoca una grave alteración del funcionamiento cognitivo.
¿Cómo se trata la anoxia cerebral?
El tratamiento dependerá de la naturaleza y gravedad de las lesiones resultantes. Como mencionamos anteriormente, la anoxia cerebral repercute en diversas áreas físicas, cognitivas, funcionales y emocionales del paciente, las cuales deben ser abordadas durante el proceso de rehabilitación.
Para iniciar la recuperación, se requiere una evaluación exhaustiva de las áreas afectadas a fin de determinar el alcance de las secuelas. Estos resultados guiarán la elaboración de un programa de rehabilitación personalizado para el paciente. Este programa integrará un enfoque transdisciplinario, con la colaboración de un equipo especializado compuesto por fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y logopedas.
Las terapias que se incluirán en este plan de acción pueden comprender:
- Un programa de fisioterapia intensiva para restaurar las capacidades motoras afectadas.
- Terapia del habla y la deglución para restablecer la comunicación oral y la capacidad de tragar.
- Terapia ocupacional para la readaptación a las actividades de la vida diaria.
- Apoyo psicológico para ayudar al paciente a adaptarse a su nueva situación, así como intervenciones de estimulación cognitiva en caso de afectación.
- Facilitación de la reintegración social del paciente a través de la rehabilitación, con el objetivo de que pueda reincorporarse a su entorno y rutina lo antes posible.
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