El auto-conocimiento no es tan sencillo como parece
16 noviembre, 2018
Clínicas Neural

El auto-conocimiento es una capacidad del ser humano que permite determinar los aspectos que forman parte de nuestra esencia. Aquí podemos incluir nuestra identidad, necesidades, inquietudes o la capacidad de explicar nuestros razonamientos y reacciones ante determinadas situaciones. Así, conocernos nos aproxima a la idea de quiénes y cómo somos.

Pese a lo que pueda parecer, conocerse a sí mismo/a no es tan fácil como parece.

¿Por qué no es tan sencillo desarrollar el auto-conocimiento?

Pensamos que nos conocemos y es sencillo definirnos. Pero no es así. Diferentes teorías científicas nos explican por qué.

Algunos estudios explican que el ser humano tiende a confundir el grado de objetividad con la que emite juicios sobre la propia conducta. Unas veces porqué pretendemos mantener una imagen positiva, nos definimos de manera positiva y no somos conscientes de la subjetividad de nuestras valoraciones.

Pero lo mismo ocurre con personas más inseguras que tienen una versión negativa de sí mismos/as. En este caso, según la teoría de la auto-afirmación, las personas con una autoestima baja pretenden ‘vender’ una imagen perjudicial de sí mismas para que sea coherente y confirme la imagen que poseen de su persona.

Algunos estudios han medido la auto-percepción de la capacidad intelectual. En ellos, solo un 29% de las personas, tenían una visión realista de su verdadero coeficiente intelectual (CI).

En definitiva, ignoramos nuestros rasgos negativos para ofrecer una imagen positiva o a la inversa.

Así es, el ser humano tiende a auto-engañarse buscando un estado de coherencia sobre la propia identidad. Lo que se pretende es mantener nuestra identidad estable ante un entorno tan variable como el que nos rodea.

Con esto buscamos seguridad. Y es que, según los/as profesionales, queremos que la imagen que transmitimos coincida con lo que pensamos.

Pero este funcionamiento rígido, está asociado a una baja capacidad para tolerar la incertidumbre y la frustración y, por consiguiente, a un aumento del malestar emocional. Por esto, lo que conseguimos es justamente el efecto contrario, aumentamos nuestras preocupaciones y nivel de ansiedad.

Los beneficios de la meditación y la Atención Plena

Practicar de manera habitual la meditación y la atención plena es beneficioso para realizar valoraciones objetivas de la propia persona. Estas prácticas permiten explorarnos desde la distancia, sin condicionantes. Así, nos permiten analizar de manera racional nuestras características.

Todos estos pensamientos podremos dejarlos a un lado y pasar a observarlos sin juzgarlos, permitiendo un auto-conocimiento más objetivo.

¿Te atreves?