Javi es una persona joven que vio interrumpida su vida en forma de ictus y con grandísimo esfuerzo consiguió que las secuelas originadas por la lesión cerebral cobrasen un protagonismo mínimo.
Llegaba a Neural acompañado por su padre, quien lo animó con fuerza desde el principio y se convirtió en un apoyo más para otros pacientes que como su hijo se levantaban cada día para ir a rehabilitación. Las sesiones de trabajo con él tenían un objetivo claro: ser el primero en conocer la repercusión de las secuelas provocadas por la lesión cerebral y sirviéndose de ese conocimiento, trabajar en mejorar los problemas físicos y cognitivos que más interferían en su día a día.
El tiempo era limitado y él lo aprovechó como nadie. Nos pedía consejos para seguir trabajando en casa y compartía con el equipo cada avance. Su historia es la historia de muchas personas que sufren daño cerebral adquirido y Javi quiso mediante su testimonio dar visibilidad al daño cerebral y aliento a quienes están pasando en estos momentos por donde pasó él recordándoles que «nunca es demasiado alto, demasiado lejos, demasiado difícil».
Gracias Javi por tu generosidad, el dorsal que nos regalaste sigue en el gimnasio y nos motiva para seguir trabajando.