05 febrero, 2018
Trastornos del neurodesarrollo

Gracias a los avances de la medicina, la supervivencia tras un cáncer es cada vez mayor. Los estudios de investigación en la última década nos están permitiendo conocer no sólo cómo poner fin a la enfermedad, sino también cómo el tratamiento afecta a la esfera física, psicológica y social del paciente.

El diagnóstico de cáncer es una experiencia dolorosa para el paciente y su familia, especialmente cuando se trata de niños y adolescentes.

La historia de Alba

Alba es una adolescente que con 9 años vivió en primera persona los efectos de esta dura enfermedad. Con diagnóstico que confirmaba una leucemia linfoblástica aguda, ingresó en el hospital La Fe de Valencia teniendo que paralizar una rutina que consistía, como cualquier niña de su edad, en ir a clase, relacionarse con sus amigos y disfrutar de su familia.

Meses más tarde, cuando todo por suerte mejoró, volvió al colegio donde esperaba ser recibida con los brazos abiertos. Esta expectativa se truncó, quizás porque a esas edades, unos meses son como unos años y vives el presente, un presente donde Alba tenía que sumar méritos para volver a ganarse un lugar en clase.

A eso se sumó el costoso esfuerzo por llevar el ritmo del curso. Su capacidad de concentración era menor, siempre con la sensación de estar despistada y no rendir al nivel que le gustaría.

Consultó con su oncóloga, quien pronto supo que el tratamiento al que fue sometido Alba podía estar afectando a su rendimiento cognitivo.

La leucemia linfoblástica aguda es tratada comúnmente con radioterapia craneal y quimioterapia sistémica e intratecal, tratamientos que según las investigaciones pueden producir alteraciones neurocognitivas que afectan principalmente a la capacidad atencional y memoria.

¿Qué es ‘chemobrain’?

En inglés, el término “chemobrain” se está utilizando entre los supervivientes de cáncer, la comunidad médica y científica para describir los cambios de atención y memoria, y en definitiva, para referirse a las disfunciones cognitivas producidas por el tratamiento para la cura del cáncer.

Esta información, prácticamente desconocida en el contexto educativo, explica el motivo por el cual un niño o niña puede presentar bajo rendimiento cognitivo tras el tratamiento.

Alba vivió en primer plano la falta de comprensión de algunos de sus profesores, que por querer normalizar su vuelta a clase, impusieron el mismo nivel esperando por parte de ella mayor esfuerzo y compromiso.

En Neural creemos firmemente que la mejor vía para mejorar esta situación es la información. Por ello y gracias a la Fundación Trilema, una entidad de reconocido prestigio nacional e internacional en la esfera educativa, formamos parte del reciente largometraje ‘La Otra Educación’, un documental donde se narra la historia de Alba y otros compañeros que tienen dificultades escolares y donde se pone de relieve la importancia de atender este problema.

Hoy Alba es una chica de 17 años solidaria, comprometida y firmemente convencida de su deseo por labrarse un futuro, sabiendo que quizás tenga que esforzarse más que antes. Hoy conoce sus dificultades y entrena en su sesión de neuropsicología semanal las estrategias más eficaces para mejorar sus capacidades cognitivas.

 

Muchas gracias Alba, eres inspiración.

 

Entrevista completa: