Epilepsia infantil
09 agosto, 2018
Clínicas Neural

La epilepsia infantil es una alteración del sistema nervioso causada por una actividad eléctrica anormal en la corteza cerebral. Esta provoca ataques repentinos que se caracterizan por la pérdida del conocimiento y convulsiones violentas.

Según diferentes estudios, en torno al 1% de la población infantil padece la enfermedad. En España podría afectar a unos 200.000 niños y niñas.

Epilepsia infantil: Detectar la crisis

Los síntomas suelen aparecer en los primeros años de vida, pero también pueden aparecer un poco más tarde. Generalmente, el primer ataque sucede de manera inesperada, sin que se hayan presentado síntomas previos de esta alteración. Los signos son diferentes en cada caso y dependen del tipo y de la intensidad de la misma. Además, la mayor parte de crisis duran tan solo unos segundos o minutos. Por esto es complicado determinar cuándo nos encontramos ante una crisis epiléptica.

¿Qué hacer frente a una crisis epiléptica infantil?

Cuando detectamos que un niño o niña está sufriendo una crisis, lo primero que tendremos que hacer es mantener la calma y permanecer junto a él/ella hasta que concluya la crisis. Además, deberemos:

  • Protegerle de cualquier lesión, evitando que se golpee al caer al suelo. Además sujetarle la cabeza y ayudar a colocarlo en el suelo. 
  • Una vez en el suelo, colócalo de costado con cuidado para facilitarle la respiración y evitar que se atragante. También hay que aflojarle la ropa e intentar retirarle gafas u ortodoncias.
  • Retire los objetos peligrosos que tenga a su alrededor y que podrían lesionarle.
  • Intenta colocarle algo blando (chaqueta, cojín, etc.) debajo de su cabeza para evitar que se golpee con los espasmos.
  • Mide el tiempo entre convulsiones y observa los movimientos del pequeño. Es importante para determinar el tipo e intensidad de la crisis epiléptica.
  • No inmovilice al niño mientras sufre la crisis. Evite detener los movimientos convulsivos del niño.
  • No le abras la boca ni le introduzcas ningún objeto en ella, no es cierto que pueda tragarse la lengua. Además puede obstruir las vías respiratorias o tragarse el objeto.
  • No le administres sus medicamentos en plena crisis. Tampoco le daremos bebida ni alimentos mientras dure esta, ya que podría atragantarse o producirle vómitos.
  • A menos que deje de respirar, no hay que hacerle ningún tipo de reanimación.

Una vez terminada la crisis

Ahora deberemos prestarle más atención al niño, ya que puede sentirse desorientado. le consolaremos y tranquilizaremos. Hay que ayudarle a que se familiarice con el lugar en el que está.

Si la crisis ha tenido lugar en el colegio, puede necesitar un tiempo antes de volver a incorporarse a las clases.

Hay que tener en cuenta que acudir a urgencias es recomendable si ha sido la primera crisis, dura más de 5 minutos, no recupera el conocimiento o sufre un nuevo ataque tras recuperar la conciencia.

Un consejo importante es además anotar todo lo que le ha sucedido antes durante y después de la crisis en un diario. En la próxima visita al médico, podrá explicarlo más claramente.