Neural se fundó en Valencia en 2005 a manos de Juan Muñoz, un exitoso empresario que tras sufrir un ictus, que le dejó dos meses en coma, despertó con una hemiplejía del lado derecho del cuerpo y una afasia severa que le impidió comunicarse durante tres años.
Juan Muñoz tenía una empresa de Headhunters que contaba con despachos en Madrid, Bilbao y Valencia. Viajaba por todo el mundo captando ejecutivos para las empresas más importantes del mercado, cuando un día a la vuelta de un viaje a Roma, sufrió un ictus. Tras dos meses en coma, Juan despertó con una afasia severa que le impedía comunicarse con los demás. Estado en el que se vio inmerso durante tres años de su vida.
“Al principio intentaba hablar con la gente pero no importaba lo que quisiese transmitir, no podía hablar, incluso estuve un tiempo diciendo tan solo la palabra ‘semáforo’” comenta Juan Muñoz.
Además, antes del ictus hablaba seis idiomas y aunque ahora tan solo puede expresarse en español sigue entendiendo el resto de lenguas que dominaba. “Me encantan las películas, y cuando voy a los cines D’ Or y las veo en versión original, me encantan, pero cuando mi mujer me pregunta qué dicen no puedo contárselo, lo entiendo pero no puedo expresarlo” asegura.
Muñoz, que no recuerda nada de esos tres años, asegura que durante la rehabilitación “me di cuenta de que yo quería luchar para demostrar que podía ser útil. Decidí luchar por empezar una nueva vida”. Y desde entonces ha conseguido poder comunicarse de nuevo con el mundo, fundó Neural y en la actualidad dedica sus días a dirigir una empresa especializada en sardinas ahumadas. Un ritmo de vida impensable para los médicos que lo trataron en un primer momento.
Un centro multidisciplinar
Neural es un centro multidisciplinar que se centra al 100% en el cuidado del paciente.
“Para Neural lo primero siempre han sido y son los pacientes ya que el paciente si está solo se hunde, por eso creemos que es importantísimo que se trabaje tanto con el paciente como con su familia conjuntamente”.
Una rehabilitación basada en trabajar el entorno y las tareas cotidiananas de la persona afectada son las claves de una buena recuperación.
“Creé Neural junto a mi socio, Raúl Villodre, porque queríamos ayudar a los enfermos de afasia que habían sufrido un ictus. Al principio fue una empresa pequeñita y ahora ya cuenta con 40 empleados en nómina”, asegura Muñoz.
“También quisimos darle cobertura a los niños ya que por aquel entonces no había clínicas que se especializaran en las patologías infantiles”, puntúa.
Desde entonces Neural ha ido creciendo hasta convertirse en un referente en España en neurorrehabilitación.
En la actualidad cuenta con dos sedes, en Valencia (con 1500 metros de instalaciones) y Alzira, y próximamente espera poder instalarse también en Madrid.
Muñoz se fijó en grandes centros como la clínica Guttmann, que cuenta con 400 profesionales en nómina, como referentes para crear un centro que fuese competente y cubriese las necesidades de los pacientes.