Por qué es necesaria la intervención neurológica en demencias

En general, la demencia se define como un trastorno neurodegenerativo irreversible que ocasiona un deterioro global persistente. Sus consecuencias se observan en aspectos como el carácter, cognición, conducta y la personalidad. Estas alteraciones producen un deterioro en la vida cotidiana y social de quienes la sufren. Además, interfiere en su propio autogobierno. La intervención neurocognitiva en demencias, puede ayudar a retrasar las consecuencias de este deterioro.

Los síntomas van apareciendo de manera progresiva

Los primeros síntomas son muy discretos y silenciosos, pero progresivos. Pueden relacionarse con problemas leves de memoria y lenguaje sufridos durante el día a día. A medida que la enfermedad avanza, se van asociando alteraciones de otras funciones mentales y psicológicas.

De manera progresiva, este conjunto de alteraciones suelen derivar en un deterioro en la capacidad de ejecutar las acciones cotidianas. Esto colocará al paciente en una situación de dependencia y finalizará con la pérdida de su identidad personal.

Es necesario precisar que la evolución de este deterioro puede ser más rápido en unas capacidades que en otras. En definitiva, cada paciente es diferente, así como la intervención que requerirá.

¿En qué consiste una intervención neurocognitiva en demencias?

Las demencias son una enfermedad física de tipo neurológico. Como hemos visto, sus principales consecuencias son la gran variedad de problemas psíquicos, cognitivos y conductuales que pueden presentar. El principal objetivo de las intervenciones que se realizan, tanto farmacológica como psicológica, es atajar estos síntomas para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Así, el primer paso será realizar una evaluación neurocognitiva del paciente y evaluar las capacidades cognitivas y conductuales afectadas. Su objetivo es desarrollar la intervención que mejor se adapte a cada paciente. Esta intervención tendrá en cuenta los aspectos funcionales y sociales de cada paciente.

Las terapias que se utilizarán provienen de diferentes áreas científicas. Las más importantes se relacionan con la estimulación cognitiva y otras medidas psicológicas específicas

Algunas actividades cognitivas como la lectura, escritura, los juegos de mesa, puzzles o crucigramas pueden reducir el riesgo de demencia y
paliar el rápido desarrollo de esta enfermedad.

Por lo tanto, las terapias cognitivas incluyen las terapias de Orientación a la Realidad (ROT), terapias de aprendizaje o terapias cognitivas específicas de determinados procesos (memoria, lenguaje, etc.). Las terapias de aproximación a la estimulación incluyen las terapias recreativas o artísticas (musicoterapia, arteterapia, etc.) que tratan de movilizar todos los recursos que conserva el paciente.

¿Por qué es importante esta intervención?

La finalidad de esta intervención es mejorar la calidad de vida del paciente y de las personas que lo rodean. Así, en relación al paciente, se pretende:

  • Mantener y estabilizar de la mejor manera, sus capacidades cognitivas, conativas y conductuales del paciente.
  • Restaurar las habilidades cognitivas que se puedan haber olvidado.
  • Mejorar el estado de la persona en su día a día.
  • Controlar los síntomas y prevenir complicaciones.
  • Promover la actividad social de cada persona

Además, esta intervención tendrá beneficios sobre la familia. Permitirá disminuir el malestar emocional que comporta un diagnóstico de demencia y otros posibles trastornos que se derivan del mismo.

En definitiva, el tratamiento de las demencias requiere de una intervención personalizada para cada paciente. El objetivo es mejorar su calidad de vida y el de las personas que lo rodean. Para esto es necesaria la intervención de un equipo de profesionales de diferentes ámbitos, que se centren en esta atención.

En este sentido, en Neural, podemos ayudarte.

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