La llegada de un bebé es un motivo de alegría pero la vida nos cambia por completo. Los padres y/o madres verán alterado su día y su noche por el ciclo normal del bebé. Además, las madres tendrán que lidiar con una serie de cambios en su organismo que pueden llevarle incluso a la depresión.
Algunos cambios tras el parto
Tras expulsar la placenta, los niveles de hormonas se desploman y vuelven a los niveles previos al embarazo en una semana. Estos cambios, unidos al estrés que puede provocar el cuidado del recién nacido, hacen que el período del postparto sea una «tormenta perfecta» para posibles problemas de salud mental. Además, la depresión desarrollada en este periodo, puede ser muy diferente a la de otras etapas de la vida de una mujer. La vulnerabilidad es mucho mayor.
Según algunos estudios, tres de cada cuatro mujeres se sienten deprimidas o ansiosas en los primeros días tras el parto. Es lo que se conoce como tristeza posparto o “baby blues”. Es un término utilizado para describir los sentimientos de preocupación, tristeza y fatiga que muchas mujeres experimentan después de tener un bebé. Normalmente desaparecen por sí solos y se resuelven durante las primeras dos semanas. Pero esto no es la depresión postparto, es diferente.
Síntomas de la depresión postparto
La depresión postparto se caracteriza porqué los sentimientos de tristeza y ansiedad pueden ser extremos. Incluso pueden afectar la capacidad de una mujer de cuidarse a sí misma o a su familia. La depresión postparto no tiene una sola causa, es consecuencia de una combinación de factores físicos y emocionales.
La depresión postparto puede surgir en cualquier momento dentro del primer año de vida del bebé. Los síntomas incluyen tristeza profunda, llanto, fatiga y cambios en el apetito y pueden persistir durante al menos dos semanas. Cuando sucede, el vínculo normal entre la madre y el bebé, puede verse afectado.
¿Cómo afecta el embarazo al cerebro?
Además de la alteración de las hormonas, el embarazo también altera físicamente el cerebro. Durante el embarazo, la materia gris del cerebro se reduce y no vuelve a su tamaño previo hasta meses más tarde. Una de las regiones que se encoge es el hipocampo. Esta es la parte encargada del aprendizaje y la memoria. En las personas con depresión, este área suele ser más pequeña que en los adultos sanos. Algunos estudios afirman que el hipocampo también pierde parte de su plasticidad. De este modo, se verá afectada su capacidad para adaptarse y desviar las conexiones entre las células nerviosas.
La depresión en general, altera los patrones típicos de la actividad cerebral. La depresión postparto también lo hace, pero, de diferentes maneras. En la depresión postparto, la amígdala del cerebro (encargada de las emociones) está poco activa. En otros tipos de depresión, esta amígdala es hiper-sensible a las palabras e imágenes emocionales.
Tratamiento de la depresión
Durante el embarazo y posterior nacimiento del bebé, nos centramos mucho en la salud de este. Muchas veces pasamos por alto cómo puede sentirse la madre y cómo puede afectarle. La salud de la madre parece no preocuparnos. Pero es necesario cambiar esta tendencia, es necesario preguntarnos cómo se siente la madre y preocuparse un poco más por ella.
Existen diferentes tratamientos eficaces para la depresión postparto. Estos incluyen desde terapias hasta tratamiento farmacológico. En cualquier caso, serán los y las profesionales quiénes determinarán el mejor tratamiento a seguir. Pero sin duda, los familiares y amigos deben estar a su lado en todo momento, ofrecerle apoyo emocional y ayuda en su día a día.
En definitiva, el mejor tratamiento puede ser una buena prevención. Por esto deberemos estar con la madre desde el principio del embarazo y ofrecerle todo nuestro apoyo. Seguro que lo agradecerá.
