Involucrar a los pacientes en sus propias vidas: El caso de Hogeweyk, el pueblo holandés que acoge a enfermos de Alzheimer

Hoy en día, los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer sirven para paliar o disminuir la intensidad de algunos de sus síntomas. Así, se consigue una mejor calidad de vida del paciente. Por lo general, el tratamiento famacológico disminuye su efectividad a medida que va progresando la enfermedad.

Existen diferentes enfoques conductuales que podrían compensar esta falta de medicamentos efectivos. Estos enfoques tienen la capacidad de mantener a los pacientes mental y físicamente activos. Basados en los conceptos de plasticidad cerebral y en la reserva cognitiva del mismo,  pueden ayudar a ralentizar la evolución de la enfermedad de Alzheimer.

Plasticidad cerebral y reserva cognitiva

La plasticidad cerebral es la capacidad del sistema nervioso para cambiar y adaptar su estructura y funcionamiento a lo largo de su vida, como reacción a la experiencia. También conocida como neuroplasticidad o plasticidad neuronal, permite a las neuronas regenerarse y formar nuevas conexiones. De esta manera, la plasticidad neuronal posibilita al cerebro recuperarse y reestructurarse tras un determinado daño.

Mantener un cerebro activo y ejercitar las capacidades cognitivas a lo largo de nuestra vida, permite minimizar el declive mental causado por el envejecimiento. De esta manera, habremos acostumbrado a nuestro sistema nervioso a adaptarse mejor a los cambios. 

El término reserva cognitiva hace referencia a la capacidad cognitiva que la persona ha conseguido acumular durante su vida. La reserva cognitiva fomenta la neuroplasticidad. Por consiguiente, la capacidad de nuestro cerebro a luchar contra el envejecimiento o las demencias, será mayor. Así, las personas con alta capacidad intelectual, pueden retardar la aparición de una demencia. Son capaces de utilizar vías neuronales alternativas cuando la principal está dañada.

Su papel en la enfermedad de Alzheimer

Gracias a estos conceptos, se puede aprovechar la capacidad de recuperación del cerebro para luchar contra la enfermedad de Alzheimer. Supone gran oportunidad para estas personas. Así, es importante que los pacientes permanezcan físicamente activos y comprometidos socialmente. 

Estas terapias conductuales pueden ser muy beneficiosas. Además hay que fomentar que vivan de manera tan independiente como sea posible.

Diferentes estudios afirman que cuanto más desconectada socialmente esté una persona, más rápido avanzará el Alzheimer. Por el contrario, cuanto más se interactúe y cuanto más activas socialmente estén, más lentamente progresarán sus síntomas.

En definitiva, lo que más beneficia a las personas con demencia, es que sigan siendo socialmente activas y vivan con propósitos y objetivos el mayor tiempo posible.

Hogeweyk, el pueblo holandés que acoge a enfermos de Alzheimer

Estamos acostumbrados a que los pacientes de Alzheimer sean tratados en instalaciones convencionales con un marcado carácter médico. No es el caso del geriátrico ubicado en el pueblo holandés de Hogeweyk. Aquí, los pacientes pueden vivir una última etapa rodeados de normalidad.

Hogeweyk se transformó para que los pacientes con demencia puedan vivir de manera autónoma y disfrutando de una vida completa. Las personas con demencia viven en pequeñas casas comunales y pueden pasear con seguridad por las calles, los jardines e incluso un supermercado. Con la asistencia del personal vigilante y sanitario, pueden tener una vida familiar y llena de propósito. A medida que se adaptan a sus nuevas rutinas, las personas se vuelven a comprometer, incluso las menos ‘sociables’. Por tanto, la reserva cognitiva sigue activa.

Este proyecto ha recibido numerosos premios por su contribución al bienestar de los pacientes.

Aunque existen pocos estudios que certifique la eficacia de este modelo, este enfoque no para de ganar adeptos. Se han creado nuevas comunidades en San Diego, California y Oslo.

La interacción humana es vital para que la atención a pacientes con demencia, sea efectiva. El éxito de este modelo radica en ofrecer una atención personalizada en la que se involucre a las personas en sus propias vidas. El entorno social del paciente marca su bienestar. Basado en los conceptos de reserva cognitiva y plasticidad cerebral, este concepto puede ralentizar la evolución de la enfermedad de Alzheimer.

Recuerda que en Clínicas Neural disponemos de un equipo multidisciplinar para tratar las demencias. Si necesitas ayuda, solicita una primera visita para que valoremos tu caso.

En Neural queremos ayudarte.

Fotografía: Imagen Televisión – Youtube