Disfagia y daño cerebral
10 septiembre, 2018
Clínicas Neural

Los aspectos nutricionales en las personas con disfagia que han sufrido un daño cerebral, son fundamentales por varios motivos. Por un lado es importante buscar la seguridad para minimizar el riesgo de que se produzcan complicaciones respiratorias. Por otro lado, es necesario buscar el nivel óptimo de nutrición e hidratación.

A tener en cuenta tras el diagnóstico

Tras ser diagnosticada la disfagia, es necesario valorar la gravedad de la misma, así como la vía de alimentación y las intervenciones terapéuticas relacionadas con la nutrición.

El grado de gravedad oscila entre dificultades leves hasta la imposibilidad total de deglución. Dependiendo de esta, existen diferentes adaptaciones para los alimentos sólidos y líquidos.

La vía de alimentación dependerá de varios criterios clínicos y radiológicos. Si se presenta una disfunción faríngea grave o estados de vigilia o consciencia bajos, se recomienda la alimentación por vía no oral.

Si, por vía oral, el paciente no mantiene una hidratación o nutrición adecuada, se utilizarán vías alternativas como la sonda nasogástrica o la gastrostomía endoscópica percutánea.

Sin duda, la mejor recomendación consiste en la modificación y adaptación de la dieta.

Recomendaciones nutricionales para el manejo de la disfagia

Como hemos indicado anteriormente, adaptar ciertas pautas en la alimentación y en la dieta puede ser muy beneficioso para el manejo de la disfagia orofaríngea.

Algunas de ellas se refieren a la tipología de los alimentos. 

Así, es importante que la textura sea homogénea, evitando grumos, espinas y que su masticación sea fácil. Además deberemos evitar las dobles texturas como sopas con pasta o yogures con trozos. Es bueno que la dieta sea variada para evitar la rutina.

Es fundamental que se siga la dieta establecida.

En cuanto a los líquidos, la utilización de espesantes comerciales o gelatinas puede indicarse para modificar su viscosidad. Identificar las características de cada viscosidad y el comportamiento que este tiene sobre los alimentos, es importante. Así, podemos diferenciar entre la textura néctar (puede beberse en vaso), miel (se puede beber o tomar con cuchara pero no mantiene su forma) y la textura pudding (se toma con cuchara y al caer mantiene su forma).

Todos estos aspectos dietéticos y nutricionales, debemos incluirlos en los protocolos de atención a pacientes con disfagia.