Los beneficios del deporte para el alzheimer

Sabemos que el ejercicio físico es recomendable a cualquier edad. Quizás, lo que no sabíamos hasta ahora era cómo influía en personas con Alzheimer u otros tipos de demencia.

En los últimos años se ha estudiado si la práctica regular de ejercicio físico podría beneficiar a personas con deterioro cognitivo a retrasar o minimizar el progresivo deterioro de los síntomas característicos de la enfermedad.

Actividad física y salud mental

El resultado de las investigaciones ponen de manifiesto que el ejercicio físico mejora las sinapsis entre neuronas, mejora el aprendizaje, la memoria, así como estados depresivos y de ansiedad.

De hecho, algunos expertos consideran que de todos los factores de estilo de vida, el ejercicio es el más importante cuando se trata de preservar las funciones cognitivas.

Un nuevo estudio presentado por Belinda M. Brown, de la Facultad de Psicología y Ciencias del Ejercicio, en la Murdoch University, de Perth, Australia, evaluó la relación entre los niveles de ejercicio y la carga de amiloide cerebral en portadores de mutaciones genéticas que causan la enfermedad de Alzheimer de inicio precoz por herencia autosómica dominante. En este estudio, los investigadores encontraron que el grupo que realizaba ejercicio físico moderado, el β-amiloide se acumuló a un ritmo más lento.

La actividad física y otros cambios positivos en el estilo de vida producen mejoras en la salud mental. Además, en algunos casos, superan los efectos alcanzados actualmente con los medicamentos. El ejercicio no tiene los efectos secundarios asociados con algunos medicamentos. Según palabras del Dr. Fargo, científico e investigador en la Alzheimer’s Association ”Nadie ha tenido nunca efectos secundarios por comerse una ensalada o correr 30 minutos más.”

«Cuando a una persona se le recomienda realizar, por ejemplo, 6 meses de ejercicio, 6 meses de mover las piernas, se observan efectos más profundos en su puntaje cognitivo, que si realizaran 6 meses de entrenamiento cognitivo, y eso es realmente sorprendente», comentó la Dra. Hugenschmidt.

¿Cómo tiene que ser el ejercicio?

La actividad no tiene que ser extenuante. De hecho, el yoga, el tai chi, o prácticas de movimiento consciente como el mindfulness, también pueden ser útiles. Algunos estudios han encontrado efectos positivos de la combinación de entrenamiento de fuerza con ejercicios aeróbicos.

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Por todo ello, ante la sospecha o presencia de demencia, en Neural puedes encontrar orientación. Nuestros especialistas te propondrán qué tipo de ejercicio físico puede ser el más indicado para ti o tu familiar. Del mismo modo, te podemos aconsejar aquellas actividades que te ayudarán a entrenar las capacidades cognitivas.

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