Hoy en día, la investigación médica y los avances en sanidad han hecho aumentar nuestra esperanza de vida. Por esto, en nuestra sociedad el envejecimiento de la población es una realidad. Hablar de epilepsia y disfunción cognitiva, está relacionada con esta realidad.
Adultos y epilepsia
El número de personas adultas con epilepsia aumentará considerablemente en los próximos años en todo el mundo. En los países desarrollados, las personas mayores de 65 años ya tienen una elevada incidencia de este trastorno. Y es lógico, ya que a medida que aumenta la esperanza de vida, las personas que han desarrollado epilepsia en una edad temprana, vivirán más tiempo.
Riesgos cognitivos
Estudios recientes muestran como los adultos con epilepsia, tienen más probabilidades de padecer algún tipo de disfunción cognitiva. Además se cree que podría haber una importante relación bidireccional entre la epilepsia y la demencia.
Por lo tanto, algunas personas con epilepsia pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia. Al contrario sucede exactamente igual, las personas que padecen demencia (como la enfermedad de Alzheimer o demencia vascular) tienen un riesgo importante de desarrollar epilepsia.
De acuerdo con esta visión, los hallazgos epidemiológicos revelan que epilepsia y la enfermedad de Alzheimer comparten factores de riesgo comunes. Además, las alteraciones producidas por cambios vasculares o relacionadas con la proteína TAU podrían relacionar de manera patológica ambas alteraciones.
Por lo tanto, el deterioro cognitivo se asocia con la epilepsia en personas mayores de 65 años.
Finalmente, las últimas investigaciones revelan como la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad cerebrovascular, tienen puntos comunes.
Conocer y estudiarlos, puede ayudar a mejorar tanto las convulsiones, como la epileptogénesis y la disfunción cognitiva.