Estimulación temprana en bebés
14 diciembre, 2018
Clínicas Neural

La estimulación temprana tiene el objetivo de potenciar el desarrollo físico, psicológico y social de los niños y niñas. Esto puede realizarse a través de diferentes dinámicas y actividades.

Los seres humanos aprendemos interactuando con los diferentes estímulos que nos rodean. De este modo, el desarrollo de nuestras habilidades será mejor cuanto antes empecemos esta estimulación. 

A través del siguiente post, os proponemos varias propuestas y ejercicios de estimulación temprana para el desarrollo de los más pequeños.

¿En qué consiste la estimulación temprana?

La diferentes actividades de estimulación temprana consisten en una serie de ejercicios cuyo objetivo es potenciar las habilidades de niños/as y favorecer su desarrollo.

Los destinatarios de estos ejercicios son tanto niños sanos como aquellos/as con algún tipo de trastorno o afección que afecte a su desarrollo. Estas prácticas son beneficiosas para el desarrollo intelectual, físico y social. Pueden empezarse desde el mismo momento del nacimiento y alargarse hasta los 6 años de edad. Es en este periodo cuando existe una mayor plasticidad cerebral. Así, mediante una estimulación adecuada, el cerebro puede crear nuevas sinapsis y circuitos neuronales. Así, se puede potenciar y mejorar la actividad y el rendimiento de algunas de sus áreas.

Las actividades deben adaptarse a cada etapa evolutiva, ya que los hitos son diferentes. Además es importante que los ejercicios estén adaptados a la edad y capacidades del pequeño.

Pueden realizarse tanto en casa como en los centros educativos o guarderías. Así, permitirán el desarrollo o incremento de su autonomía e independencia.

De esta manera, se obtendrán beneficios en el desarrollo físico, sensorial y cognitivo, como también en las habilidades de comunicación.

Algunos ejercicios de estimulación temprana

A continuación os proponemos una serie de ejercicios y actividades de estimulación temprana. Tal y como se ha explicado, están organizados según las diferentes etapas de desarrollo y áreas mencionadas. Son los siguientes:

Primera etapa: Hasta los 12 meses

En este primera etapa, empezaremos por trabajar la motricidad gruesa. Así, es muy importante actividades que ayuden a controlar la cabeza del bebé. Una manera de hacerlo es colocar al bebé acostado boca abajo, mostrando juguetes o estímulos llamativos que le inciten a mantener la cabeza levantada.

En cuanto a su desarrollo social, podemos colocar al bebé delante de un espejo, con una postura cómoda. Este ejercicio facilita el autoconocimiento corporal, empezará a reconocerse. Podemos realizar movimientos con los brazos o manos para mantener su atención.

Segunda etapa: De 1 a 2 años

En esta etapa puede trabajarse el equilibrio del niño o niña. Un buen ejercicio es sujetar al bebé por debajo de los brazos, moviéndolo de manera suave de un lado a otro, de delante hacia atrás. Esto le servirá para que se enderece por sí mismo.

Tercera etapa: De 2 a 3 años

A partir del segundo año, ya se pueden realizar actividades para favorecer el desarrollo del área cognitiva y de lenguaje. Algunas actividades interesante son leer en voz alta cuentos infantiles que tengan ilustraciones para que lass pueda ver. Después podemos hacerle preguntas sencillas sobre la historia e incluso dejar que nos cuente aquello que ha entendido.

Cuarta etapa: De 3 a 4 años

Cuando haya cumplido los 3 años, se empezará a trabajar el lenguaje y la motricidad fina. Para ello, puede hacer dibujos y pedirle que nos explique lo que va dibujando. Debemos dejar que fomente su propia creatividad y lo haga de manera libre. También podemos dibujar con el niño o la niña a la vez, preguntando cosas sobre el dibujo a la vez que se avanza.

Quinta etapa: De 4 a 6 años

Para estimular tanto su coordinación como su equilibrio, empezaremos a realizar ejercicios divertidos como por ejemplo bailar.

 

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