El Alzheimer es una de las  enfermedades neurológicas más comunes dentro del grupo de las enfermedades neurodegenerativas y, actualmente afecta a más de medio millón de personas en nuestro país. 

Y es que esta enfermedad constituye la mayor causa de demencia, y deriva en una  pérdida de las facultades mentales, debido a que las células esenciales del sistema nervioso se ven alteradas y sufren un deterioro progresivo. 

Generalmente, el Alzheimer hace su aparición a partir de los 70 años de edad, aunque en ocasiones (siendo esto excepcionalmente atípico) puede presentar sus inicios antes de los 60 años. 

Desde Neural, y como centro de rehabilitación neurológica, te ofrecemos algunos consejos que pueden ayudarte a evitar el riesgo de sufrir esta enfermedad. Pautas sencillas que no será difícil integrar en tu día a día y que además, te servirán para conseguir un mayor bienestar en tu día a día.

¡Ejercitemos el cuerpo!

¡El ejercicio físico es beneficioso para todos! Así, evitar el sedentarismo sin duda contribuye no solo a mantener bajo el nivel de grasas acumuladas, sino que además incrementa nuestra energía, incrementando los niveles de dopamina, un neurotransmisor que nos hace sentir mejor. 

Y es que cuanto más ejercicio físico hagamos, menos posibilidades de sufrir cualquier tipo de demencia. Además, combatiremos otros factores de riesgo como la obesidad o la diabetes.

 

¡Sigamos una dieta baja en calorías!

Las grasas alteran los niveles de colesterol y dificultan la buena circulación sanguínea. Por esta y otras razones, es imprescindible cuidar lo que comemos.  Como método preventivo, es muy recomendable ingerir alimentos que sean ricos en vitamina B como podrían ser el pescado, el aceite de oliva y algunos cereales como el trigo. 

También se aconseja el consumo regular de frutos secos como nueces, almendras y pistachos. Los aguacates constituyen un aporte ideal de grasa sana para nuestro organismo. Alimentos ricos en vitamina E como las hojas de espinaca mejorarán tu salud. La reducción de carnes rojas es importante, así como no abusar de alimentos refinados, mantequillas, etc. Confía en las verduras, frutas y hortalizas como base de tu alimentación: judías verdes, zanahoria, naranjas… son alimentos que te ayudarán, además de a prevenir el Alzheimer, a mejorar tu energía y salud vital. 

¡Ejercitemos el cerebro!

La estimulación continuada de la mente conlleva a una menor disminución del tamaño del hipocampo, una parte fundamental del cerebro en lo que a la memoria se refiere. Y es que el Alzheimer está directamente relacionado con la disfunción de esta estructura cerebral. 

Si quieres ejercitar tu cerebro, haz cosas nuevas: aprender a cocinar, a tocar un instrumento, escribir… todo ello hará que tu cerebro se esfuerce por aprender y tu sistema cerebral estará más conectado. 

¡Fomentemos nuestra vida social!

El contacto social reduce el riesgo de padecer Alzheimer. Así, llevar una vida social completa y activa conlleva desplazamientos, escucha, conversaciones con otras personas, interacción y razonamiento. La literatura científica es clara en este punto: llevar un buena vida social ayuda a mantener la mente despierta.

¡Tabaco no, gracias!

El tabaquismo constituye una amenaza para la salud cerebral de las personas. Así, patologías como la hipertensión, el colesterol o la diabetes, están estrechamente ligadas a enfermedades neurológicas. 

Estos consejos de fácil cumplimiento que sin duda reportará beneficios a tu salud cerebral. De cualquier forma, En caso de sufrir pérdidas de memoria o síntomas que te inquieten, lo mejor es consultar con un médico especialista. Este te ayudará a afrontar la situación y establecer las medidas adecuadas. 

El Alzheimer es una enfermedad compleja, de la que aún se desconocen tanto causas como posibles tratamientos que frenen su avance, pero lo que sí sabemos hoy es que estos hábitos ayudan a reducir la probabilidad de desarrollar la enfermedad.